En tierras salvajes: la prioridad era terminarla como sea

Culminó "En tierras salvajes" una producción que interesó inicialmente pero luego se desdibujó totalmente.

Lima, 03 Diciembre 2017, (El Informante Perú).- Esta semana culminó en el Perú, 'En tierras salvajes' cuya emisión en México y su transmisión a través del cable ya concluyó. Una historia que, inicialmente, resultó atractiva, pero fue desdibujándose lentamente hasta llegar a sus ‘veloces secuencias’ que terminaron tirándose abajo un argumento que, por lo demás, era de regular para abajo.

La telenovela mexicana está protagonizada por Claudia Álvarez, Cristián de la Fuente, Diego Olivera y Horacio Pancheri, con las participaciones antagónicas de Lisardo, Ximena Córdoba y Salvador Pineda. Las actuaciones estelares de Daniela Romo, Ninel Conde y el primer actor César Évora. También participan Nerea Camacho y Emmanuel Palomares.

'En tierras salvajes' es producida por Salvador Mejía para Televisa. Una historia original de Ramón Campos y Gema R. Neira, adaptada por Liliana Abud, Katia Rodríguez y Victoria Orvañanos.

La historia

En algún lugar del Distrito Federal, Isabel Montalbán (Claudia Álvarez) y Aníbal Otero (Diego Olivera) unieron sus vidas, pero, quizás no para siempre... Ella, una organizadora de banquetes, carismática y solidaria mujer. Él, un importante y exitoso empresario. Aníbal engaña a su mujer con Olga, (Ximena Córdoba), una exuberante mujer que se obsesiona con él y comienza a odiar a Isabel, pues la culpa de haber intervenido entre los dos.

Debido a sus problemas respiratorios, Isabel se traslada al pueblo de San Juan del Valle, donde viven los padres y hermanos de su marido y, la vida cambia para ella y para toda la familia que la rodea.

Daniel (Cristián de la Fuente), el hermano menor de Aníbal, no puede ocultar la fuerte atracción que siente por Isabel al verla por primera vez, pero no solo él, sino Sergio (Horacio Pancheri), el menor de los Otero, neumólogo, administrador y accionista de la clínica del pueblo, también siente lo mismo. Sergio está a un paso de casarse con Teresa Castillo (Jackie Sauza), pero éste está cansado de su frecuente acoso. Por su parte, doña Amparo (Daniela Romo en buena actuación), la matriarca de la familia Otero, una mujer celosa y manipuladora; desde la llegada de Isabel no la quiere cerca de su hijo Aníbal, pues empieza a sospechar del deseo que despierta en sus tres hijos. Mientras su esposo, don Arturo (César Évora) es un padre amoroso y ecuánime, que trata de unir a su familia, teniendo el leal apoyo de su nuera Isabel.

Por su parte, Daniel, administrador del aserradero y el negocio familiar, tiene una rivalidad con Carlos Molina, (Lisardo), el hijo del anterior dueño del aserradero. Carlos es el enemigo mortal de los Otero, tiene sometido a todo el pueblo, quiere ver hundido a cada miembro de dicha familia, y al conocer a Isabel queda impresionado por su belleza. Carlos sabrá cuál será su próximo golpe contra los Otero sabiendo que Daniel está enamorado de la esposa de su hermano.

Mientras tanto, Carolina (Ninel Conde), amante de Daniel y madre soltera cuyo hijo es de Carlos, está enamorada de Daniel, sospechando que él está enamorado de Isabel; sin segundas intenciones, Carolina se hace amiga de ella. Aunque... sin saberlo, de alguna u otra manera Carolina está relacionada con los Otero, por el secreto que esconden don Arturo y doña Amparo.

Paralelo a ello; Alejandra Rivelles, (Nerea Camacho), la prima pequeña de los hermanos Otero, regresa al pueblo después de haber estado en un internado, pues su tía Amparo la alejó durante varios años, tras la muerte de sus padres; y ahora a su regreso encuentra el amor en un trabajador de la hacienda: Uriel Santana (Emmanuel Palomares), pero ante todo, Amparo la quiere lejos de él, debido a que desea unirla al hijo del presidente municipal: Iker Morales (Jonnathan Kuri), un hombre inmaduro, junior narcisista, interesado sólo en divertirse y en obtener la jugosa herencia de Alejandra, para enriquecerse y mantener la posición política de su padre.

Por su propio bienestar y el de la familia, Sergio y Daniel deben de evitar lo que sienten por Isabel, pero en el corazón no se manda. Isabel pondrá en duda el "amor" que siente por Aníbal, debatiéndose entre el amor de los tres hermanos; entre elegir el amor seguro y confiable de Daniel, el amor inocente y protector de Sergio, o el "amor" hipócrita y caprichoso de Aníbal. Aunque sabe perfectamente que su corazón pertenece a Daniel, pero no será fácil admitir sus sentimientos. Aquí las leyes humanas no son las que mandan en estas tierras salvajes.

El inicio

Uno lee la sinopsis de 'En tierras salvajes' y, de arranque, le interesa la trama (tres hombres deseando el amor de una mujer). Recordemos que en la historia de las telenovelas, apenas hemos visto pugnas entre dos hombre por el amor de la fémina protagonista. Muchos guiones desarrollados en el campo como aquellas historias plasmadas inteligentemente en las versiones (no realizadas por Televisa) de La Tormenta (Telemundo-2007) y Amazonas (Venevisión-1985).

Los protagonistas masculinos llevan el peso de la trama, Cristián de la Fuente, Diego Olivera y Horacio Pancheri, recuerdan lo que en su tiempo eran 'Los hermanos Coraje' (TIM- Panamericana Televisión México- 1973), mientras sin destacar demasiado Claudia Álvarez se luce, más por su belleza y simpatía. Es, en estos primeros capítulos, donde uno percibe una similitud con las obras del venezolano César Miguel Rondón (‘Amazonas’, ‘El sol sale para todos’, ‘Los Donatti’). Aquí, también existe una herencia, (el aserradero), tres hermanos en pugna, unos padres distanciados, un vaquero enamorado de la niña de la capital y un malévolo sujeto ambicionando lo que antes le fue despojado. En suma, conflictos conocidos bajo cierto erotismo y un romance poco explorado.

Otra cosa, que ocurre con 'En tierras salvajes' es que la trama logra interesar, pero la cantidad de capítulos preconcebidos limita la acción y el desarrollo del guión. La historia creada por los españoles Ramón Campos y Gema R. Neira, (Gran Hotel, Velvet) tal como se realiza no está para 70 capítulos sino un poco más. Las acciones y los conflictos no terminan de gestarse. Con ello, tampoco queremos decir que la telenovela caminó ‘excelentemente’, quizás si muchos de los conflictos eran mejor explorados y con un mayor número de capítulos, la telenovela hubiera caminado mejor. Lástima que el límite de capítulos ya estaba determinado y con esto, la producción tenía que correr a 'cien por hora' como finalmente ocurrió.

Historia medianamente irregular

Cómo dijimos, anteriormente, la historia de los hermanos 'en pugna' y la mujer bella y deseada lograba atraer cierto interés. Todo decae cuando, poco a poco, se observa que la adaptación de Liliana Abud plantea los mismos conflictos de siempre y torpemente graficados. Un vecino explotador y pegalón (digna característica para algún capítulo de “La Rosa de Guadalupe), y una lentísima y aburrida historia de la sobrina millonaria que se enamorada del trabajador del aserradero (planteado con mejor tensión en la original versión venezolana de ‘Amazonas’). Tal vez, los mejores momentos lo encontramos dentro de la mansión de los Otero donde Daniela Romo brilla en cada escena. Los conflictos internos con su esposo y sus decisiones maternales resultan mejor desarrolladas que toda la historia, tan conocida como poco atractiva.

Dentro del grupo actoral, Lisardo realiza el mismo rol de siempre, Ninel Conde impostando una barbaridad, Martha Julia carente de una mayor fuerza interpretativa para convencernos que desea con pasión a un cura. Con respecto a esto último, hasta los primeros 30 capítulos se aplaudía la audacia de Televisa al presentarnos conflictos, antes prohibidos en dicha empresa mexicana. Sin embargo, esta parte de la historia dejó de interesar al no inyectarle un mejor conflicto a esa 'prohibida pasión'; además su romance era tan poco convencible como sus escasos besos. Una dosis de erotismo le hubiera caído mejor. Total, la telenovela lucía bien cuando las escenas de alcoba eran correctamente desarrolladas.

Telenovela a 'cien por hora'

Cómo decíamos líneas arriba, la historia dejó de interesar cuando las ideas se agotaron y los conflictos eran demasiado limitados. La muerte de Carolina Tinoco más que tristeza daba risa y el final de Carlos Molina fue pobremente retratado. Mención aparte, merece la extraña relación de Amador (Salvador Pineda) con Alejandra tan carente de toda intensidad que rápidamente se notaba que todo era forzado. Mientras la telenovela ‘corría’ rápidamente tratando de acabar con todos los conflictos, de una vez, debido a que el final se acercaba y esto sepultó más la trama por apurar con los problemas más rápido de lo debido dejando traslucir, aún más, ese tipo de falencias ya comentadas.

En suma 'En tierras salvajes' fue una historia más. Parecía que el productor Salvador Mejía volvería a saborear el triunfo con esta realización. Nada de eso ocurrió.



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